Aunque Ayurveda recomienda consumir el Ghee todo el año, en el Invierno es la estación en que más necesitamos de esta preciada grasa saludable para contrarrestar las cualidades Vata que predominan en estos meses: sequedad, frío y ligereza.
El Ghee es la sustancia estrella de la medicina ayurveda y la cocina india. Es una sustancia delicada y aromática que se solidifica a temperatura ambiente, y se vuelve más líquida al calentarla.
Esta mantequilla clarificada u “oro líquido” se consigue hirviendo mantequilla sin sal hasta retirar los sólidos lácteos (caseína, suero de leche y lactosa), quedando una saludable mezcla de ácidos grasos cortos, medios y largos (ácido butírico). Tiene aceites esenciales Omega 3 y 9, vitaminas liposolubles A, D, E, K, y por lo menos nueve antioxidantes fenólicos.
Esta grasa se puede utilizar para cocinar y freír ya que tiene un punto de humo muy alto (252 grados centígrados), por tanto es uno de los mejores aceites para cocinar. En la tradición ayurvédica, también es utilizado para masajes, como vehículo para ingerir hierbas, como bálsamo para los ojos, entre otros usos.
Está presente en las legumbres y en los frutos secos también. Tanto como si es para uso culinario o como vehículo de los nutrientes de hierbas, lubrica el tracto intestinal y todos los tejidos del cuerpo.
La ciencia del Ghee en un proceso ayurvédico detox
Durante una limpieza ayurvédica, se lo utiliza como agente principal para la oleación, que es un proceso de su ingesta por las mañanas en cantidades que van aumentando durante un cierto número de días.
Este método ayuda a expulsar toxinas liposolubles (pesticidas, conservantes, metales pesados, tóxicos industriales, relacionadas con trastornos hormonales y del sistema inmune, problemas reproductivos, diferentes tipos de cáncer y otras enfermedades) de las células estimulando el metabolismo de las grasas, un proceso mediante el cual el cuerpo empieza a quemar su propia grasa para usarla como combustible.
¿Grasa saturada?
Lamentablemente, lo que la ciencia nos ha estado diciendo durante los últimos 30 años de que las grasas saturadas son malas, es falso. El colesterol vuelve a ser bueno en el sentido de “colesterol total”. De hecho, es el tamaño de las partículas tanto del bueno (HDL) como del malo (LDL) el que determina el riesgo cardiovascular. Muchos estudios ahora han negado cualquier asociación entre las grasas saturadas saludables, como el Ghee, y los problemas cardiovasculares.
Algunos beneficios del consumo de Ghee
- ayuda en la digestión y mantiene la integridad de la mucosa intestinal
- bloquea la proliferación en el intestino de bacterias indeseadas y otras altamente tóxicas
- ayuda en la proliferación de bacterias beneficiosas como el Bifidobacterium (parte del microbioma)
- ayuda a regular los movimientos intestinales
- repara el intestino
- ayuda a regular la concentración de agua y electrólitos en el intestino
- apoya el sistema inmunitario
Al tracto intestinal le encanta el ghee, porque él mismo lo produce. Investigaciones recientes han confirmado que los microorganismos del intestino fabrican ácido butírico, por tanto, el ghee les favorece ya que protege la pared intestinal. Consumir ghee no solo es beneficioso para el paladar, sino también para el microbioma en nuestro preciado intestino – sede de la digestión y asimilación de nutrientes, de la producción de neurotransmisores que regulan las emociones y mantienen la inmunidad.
Según Ayurveda, la digestión es lo más importante – alimenta tu sistema digestivo con el alimento de los dioses: el precioso, luminoso y dorado GHEE.